Estufas de Gas y Planchas de Carbón
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Por Carlos Crismatt Mouthon
En los años 50s la energía eléctrica era muy costosa, ya que se generaba con plantas diesel. La Electrificadora de Córdoba fue creada en 1958 por el Departamento, con aportes del Instituto Nacional de Aprovechamiento de Aguas y de Fomento Eléctrico. Su generación en Montería, con cuatro motores diesel, era de 5.320 Kv. y en Cereté, con uno, era de 1.900 Kv., para un total de 6.220 Kv.
Sólo a partir de la écada de los 70s se iniciaron la producción de la Termoeléctrica de Chinú, con 28.4 Megavatios a gas natural y la interneconexión eléctrica a través de ISA -que había sido creada en 1967-, así como la comercialización del gas propano en tanques para uso doméstico.
Las Estufas de Gas
Aviso de la década de los 50s en donde se promociona la venta de las estufas de petróleo Urival. A la derecha, botellón de vidrio para depósito del queroseno.
Mientras tanto, las hornillas de leña y carbón fueron sustituidas por la estufa de queroseno [kerosene], un derivado líquido y transparente del petróleo que fue más conocido como gas. Este se vendía en carretas tiradas por burros, a las cuales se le adaptaba un tanque metálico con una pluma para venderlo a domicilio. En algunas regiones se les conoció también como estufas de petróleo. Las más comunes eran de dos puestos, con mechas de estopa graduables y un frasco de vidrio que servía de depósito del combustible.
El quemador Esso Candela original era fabricado en latón y ha servido de inspiración para diseñar otros modelos, como éste fundido en aluminio que aún se comercializa. Se observa la mecha y el calibrador, que tiene tres posiciones para graduar de mayor a menor la intensidad de la llama.
Un modelo posterior y muy popular de estas estufas de gas, fue el quemador Esso Candela, que tenía la facilidad de ser de un sólo puesto y por lo tanto era portable y se podía colocar en cualquier lugar. Era fabricado en latón y la mecha era de estopa.
Vale anotar que las estaciones de servicio para venta de combustibles [gasolina, A.C.P.M. y queroseno] eran llamadas "Bombas". En Ciénaga de Oro fue instalada una con el nombre de "Mecha", el acronimo de los apellidos de sus dueños, Mebarak y Chadid. Por extensión, en la zona se utilizaba el término "Mecha" para designar igualmente a las estaciones de servicio.
Las Lámparas de Gas
Según narra Jaime Exbrayat en su libro Historia de Montería, los primeros monterianos utilizaron diversas formas para alumbrar las noches, como los "pabilos" [mechas con cera de abejas silvestres], "candiles" [trapos con grasa de pescado u otros animales] y "mecheros" [de hojalata con manteca colorada].
Después de éstos, llegaron las bujías esteáricas, un anticipo de las actuales velas. Se diferenciaban en que en las bujías para cubrir la mecha o pabilo utilizaban estearina, un ácido graso sólido, especie de sebo, mezcla del ácido esteárico y la glicerina. Tenían la ventaja que no ahumaban ni producían olor a rancio.
En la actualidad, la parafina es el elemento más común para fabricar las velas. Pero, quien lo creyera, aún se recomienda mezclar estearina con la parafina para reducir su punto de fusión, hacer velas más duras y resistentes, lo que evita que se doblen, y hacer que la parafina, que normalmente es traslúcida, se torne opaca.
Lámparas de queroseno. El modelo de la izquierda es el llamado quinqué, fabricado con el depósito y el tubo en vidrio. Los de la derecha son denominados simplemente como lámparas de gas, que combinan la estructura metálica con el tubo de vidrio. La del centro es china y la del extremo derecho es alemana marca Dietz.
Pero a pesar de que los materiales para elaborar velas mejoraron notablemente, el queroseno o petróleo destilado se volvió muy popular, como un reemplazo más barato y asequible que el combustible de aceite de ballena que se utilizaba entonces en las lámparas. Por ello, las lámparas de queroseno tuvieron su cuarto de hora, antes que el servicio de luz fuera permamente y las mandara al cuarto de San Alejo.
Para muchas personas las lámparas de queroseno tienen dos debilidades. Por un lado su combustión dentro de las viviendas produce monóxido de carbono, de tal manera que si no hay suficiente ventilación se presenta una intoxicación que impide que la sangre utilice correctamente el oxígeno y, además, produce daños al sistema nervioso central. Por el otro, el olor del queroseno es muy penetrante y muy difícil de eliminar, por lo que puede contaminar el sabor del agua y las comidas.
Las Planchas de Carbón
De otra parte, antes de la llegada de la planchas eléctricas, el planchado de la ropa se hacía con planchas calentadas con carbón, que de acuerdo con el modelo se colocaban directamente sobre el fogón o se les introducía el carbón encendido en un espacio destinado para ello. De las primeras había que tener por lo menos dos, para que cuando una se enfriara, la otra ya estuviera caliente.
Plancha que se coloca previamente sobre el fogón para calentarla. Para limpiarla del hollín, se restregaba sobre un paño limpio, y algunas veces sobre el piso de tierra.
Plancha que se carga con carbón encendido.
Esta plancha, que se carga con carbón encendido, todavía se encuentra a la venta.
El sistema de lavado también tenía sus peculiaridades. Se lavaba en bateas de madera con jabón de monte o de pino en barras. A la ropa blanca, como sábanas y camisas, se les aplicaba almidón, para darles suavidad y frescura, y polvo azul, para realzar la blancura.