Santo Hermano Miguel Febres Cordero
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Por Carlos Crismatt Mouthon
Nacido en Cuenca, Ecuador, Noviembre 7, 1854
Entrado en el Noviciado Marzo 24, 1868
Fallecido Febrero 9, 1910
Beatificado Octubre 30, 1977
Canonizado Octubre 21, 1984
Nacimiento
Hijo de Don Francisco Febres Cordero Montoya y de Doña Ana Muñoz Cárdenas. Aquel 7 de Noviembre de 1854, en una colonial casa situada en la calle Real, hoy Bolivar, de la ciudad de Cuenca-Ecuador, hay inacostumbrado movimiento ! Caballeros de blasonada prosapia. Señoras vestidas a la española y cholas con policromas polleras, pregonan el suceso: ! Doña Anita ha dado a luz a un niño ! Había nacido el Santo Miguel Febres Cordero.
Bautismo
Fe de Bautismo del Hermano Miguel.- En el año del Señor mil ochocientos cincuenta y cuatro, en quince de Noviembre, siendo yo el Presbítero Lucas Iglesias, Cura Rector de Turno en esta Santa Iglesia Catedral de Cuenca, bautizo solmnemente con mi licencia, puso oleo y crisma el Sr. Dr. Miguel Leon, a Francisco Luis Florencio, hijo legítimo de los señores Francisco Febres-Cordero Montoya y Ana Muñoz Cárdenas; fueron padrinos el Sr. Joaquín Febres-Cordero Montoya y Mercedes Cárdenas Arciniegas, abuela materna del Hermano Miguel.
Canonización
Falleció en Premiá del Mar, España, el 9 de Febrero de 1910.
En Enero de 1937, durante la Guerra Civil Española, sus restos fueron arrojados de la sepultura, por las milicias rojas, pero el Cónsul del Ecuador en Barcelona, Lic. Colón Serrano, los buscó y envió de regreso a Guayaquil, en el Vapor "Orazzio"; llegaron el 5 de Febrero y fueron conducidos a la capital.
La Orden Lasallana decidió conseguir su santificación en Roma y el 1913 el Hermano Paul Joseph escribió una Biografía en Francés, titulada "Un Religieux Equaterien".
El 9 de Febrero de 1923 Monseñor Manuel María Pólit inició el "Proceso informativo sobre la vida y virtudes del Hermano Miguel".
Pio XI, firmó el decreto de introducción, a la causa de Beatificación.
Paulo VI, lo Beatificó el 30 de Octubre de 1977.
Juan Pablo II, lo Canonizó el 21 de Octubre de 1984.
Introducción
Francisco Febres Cordero nace en una familia que siempre ha tenido mucha relevancia en la vida política de Ecuador. Francisco debe superar la oposición de su familia para realizar su vocación de religioso laico, es el primer ecuatoriano admitido en el Instituto. El Hermano Miguel es un enseñante capacitado y un estudiante aplicado. No ha cumplido todavía los 20 años cuando publica la primera de sus numerosas obras, una gramática española que se transforma rápidamente en un clásico.
En el transcurso de los años sus investigaciones y sus publicaciones en el ámbito de la literatura y de la lingüística le ponen en contacto con expertos del mundo entero y es nombrado miembro de las Academias nacionales de Ecuador, de España y de Francia. A pesar de sus distinciones académicas, la enseñanza es para él lo prioritario, en particular las clases de religión y la preparación de los chicos a la primera comunión. Sus alumnos admiran su sencillez, su franqueza, la atención que les presta y la intensidad de su devoción al Sagrado Corazón y a la Virgen María.
En 1907, se le destina a Bélgica para trabajar en la traducción al español de textos usados por los Hermanos recientemente exilados de Francia. Su salud, siempre delicada, tiene dificultades para adaptarse a los rigores del clima europeo. Transferido al Noviciado menor de Premiá de Mar, en España, se ocupa de evacuar por mar, hacia Barcelona, a los jóvenes que están bajo su responsabilidad, durante los desórdenes revolucionarios de 1909. Poco tiempo después tendrán la posibilidad de volver a Premiá de Mar. Pasado esto, contrae una neumonía y fallece en Premiá de Mar, dejando tras él fama de sabio, de enseñante y de santo.
Casa en Premiá del Mar, España, donde murió el Santo Hermano Miguel.
Biografía
Cuando Miguel Febres Cordero era muy niño, todos le tenían lástima por sus pies deformes. Pero pocos educadores han llegado tan lejos como él en éxitos educativos.
El día de su nacimiento en Cuenca, Ecuador, el 7 de noviembre de 1854, sus padres tuvieron una gran tristeza al ver que el niño tenía los pies deformes. Y a los cinco años el pequeñín todavía no había dado los primeros pasos.
Pero sucedió que un día observando un rosal florecido en el jardín de su casa gritó: "Miren qué hermosa es la señora que está sobre las rosas". Acudieron los familiares pero no vieron nada especial; sin embargo el niño seguía diciendo: "Miren cómo es de hermosa. Tiene un vestido blanco y un manto azul y me llama". Y luego todos quedaron maravillados al ver que el niño se levantó y comenzó a caminar. Estaba curado. La Virgen había empezado a ayudarle de manera impresionante.
El gran Presidente del Ecuador, católico ejemplar y mártir, Gabriel García Moreno, hizo llegar a su país a los Hermanos Cristianos, formidables educadores. Y estos buenos religiosos fundaron un colegio en Cuenca, y allí fue matriculado Miguel Febres, el cual quedó encantado de las cualidades pedagógicas que tiene los Hermanos de la Salle. Miguel sobresalía entre los alumnos por su gran inteligencia pero sobre todo por su inmenso deseo de aprender. Cuando los demás alumnos se iban a sus casas, él se quedaba en el colegio repasando sus lecciones y ayudando a los religiosos en los oficios de la casa. Ellos empezaron a tenerle gran aprecio y especial cariño.
El trabajo del Hermano Miguel desde que entra a la comunidad hasta su muerte será sumamente intenso y no conocerá descanso ni tiempos perdidos en inutilidades. Dedicado de tiempo completo a ser útil a los demás, todas las horas del día dando clase, enseñando catecismo, atendiendo enfermos, estudiando idiomas (logra hablar cinco idiomas: alemán, inglés, italiano, francés y latín) y escribiendo libros.
El hermano Miguel se ha convencido del enorme influjo que las buenas lecturas ejercen en las personas. Para muchos será más provechoso leer un buen libro que escuchar un sermón. Hay gentes a las cuales el Señor Dios les quiere hablar por medio de una buena lectura, y allí en las páginas de un libro formativo les espera la gracia divina para transformarlas. Por eso nuestro santo se dedica con una actividad casi increíble a propagar libros formativos entre el pueblo.
Es interesante constatar que el Hermano Miguel, sin haber hecho cursos especiales, sólo con el propio esfuerzo por autoformarse y autoinstruirse, logra llegar a publicar más de cien libros en una nación pequeña como es Ecuador. Muchos de sus libros son adaptaciones de obras que habían gustado en otros países. El estilo que nuestro hermano tenía para dar clases era muy ameno y agradable, y ese mismo estilo fue el que empleó en los libros que publicó. Por eso agradaban tanto a la gente sencilla.
Fue admitido como socio en la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y en la Academia de Venezuela, y en la de Francia. Pero más que estos honrosos títulos mundanos, un título que él aprecia inmensamente es el "Preparador de niños a la Primera Comunión". Por 26 años seguidos preparará tandas y tandas de niños cada uno a recibir la primera vez a Jesús en la Eucaristía. Y esa preparación la recordarán después sus alumnos con gratitud y veneración.
En 1907 los Superiores Mayores de su congregación lo invitan a que vaya a Europa a dirigir la publicación de libros que la Comunidad repartirá por muchos países. Se dirige a Bélgica, pero el clima de aquel país, con sus inviernos tan rígidos, le afecta la salud. Sin embargo, sigue trabajando fuertemente. Lo trasladas a España, donde el clima es más suave, y el 9 de febrero de 1910, atacado por una pulmonía, muere santamente.
Los hermanos le comentan la gran falta que su prodigiosa actividad le va a hacer a su Congregación, y él les responde: "Otros lo harán mejor que yo", y recuerda aquel consejo de Jesucristo: "Cuando hayáis hecho lo que se os ha encomendado, decid: siervos inútiles somos. Solamente hicimos lo que teníamos el deber de hacer" (Luc. 17,10).
Después de su muerte empezaron a obtenerse milagros maravillosos por la intercesión del hermano Miguel, y el 21 de octubre de 1984 el Papa Juan Pablo II lo declaró Santo.
Textos de www.oremosjuntos.com